¡HOJAS CAÍDAS...ABONO DE ARRIBA!

Cada año se repite, irremediablemente, el ciclo de la materia en la Naturaleza. Y por eso dije "el abono viene de arriba".
Las plantas, como organismo autótrofo, con la ayuda del sol y gracias a los pigmentos verdes de las hojas (clorofila), transforman un carbono inorgánico (del anhídrido carbónico) en carbono orgánico (azúcares). Ningún otro organismo puede cumplir tan útil función.

Las plantas caducifolias (y en menor escala las perennifolias), aportan TODOS LOS AÑOS gran cantidad de materia orgánica al suelo, para que otros organismos, como hongos, bacterias, Anélidos, Crustáceos, etc., que se hallan en él y el aporte de cierto contenido de humedad,  lo descompongan y provea de NITRÓGENO.
Entonces...el abono viene de arriba y está en nosotros saber aprovecharlo para enriquecer nuestro suelo (huerta, jardín).

Después de haber disfrutado varias semanas el tapiz vegetal, cubierto de hojas secas, de distintas tonalidades, procederemos a rastrillarlo y, "mojado", lo apilaremos del lado norte de nuestro patio o a la sombra de arbustos, pared, etc., para que se composte. Manteniéndolo húmedo siempre, veremos con el correr de los meses que se forma un material "turboso" (sin descomponer totalmente) o si hubo intervención de lombrices, seremos poseedores de humus de estos Oligoquetos.
Pero...en los lugares donde se puede dejar el colchón de hojas, este mantendrá húmedo al suelo y en ese mismo lugar terminará su ciclo la materia, proveyendo de nitrógeno a las plantas cercanas. Y por esa razón habrá presencia de lombrices que ayudarán al éxito de nuestro trabajo.

SEPAMOS APROVECHAR LO QUE LA NATURALEZA NOS DA y no lo descartemos por simples fines higiénicos o antiestéticos.

LOMBRICES Y MONTÍCULOS FÉRTILES.

Para los meticulosos observadores, es común encontrarse, después de una lluvia prolongada y en suelos "pelados", con algunas manifestaciones de la Naturaleza, aunque distinta una de otra.

 En la imagen superior se observan dos situaciones que pertenecen a organismos diferentes.

A la izquierda, el rápido trabajo que los Formícidos laboriosos (hormigas coloradas), están agrandando su honguera y sacan pequeños agregados de suelo o gránulos de material calcáreo, con los orificios de salida.

Montículos de excreciones de lombriz de tierra.

Tanto a la derecha de la imagen superior y ambas de la de abajo, observamos el producto de una de las funciones más nobles que tienen las lombrices (Oligoquetos), específicamente la gris de tierra (Lumbricus terrestris), como es alimentarse de residuos en descomposición.

Aunque salen de noche a alimentarse, de día lo pasan dentro del suelo, cavando profundas galerías y  llevando a la superficie, sus excrementos, después de haber digerido toda la materia orgánica consumida. Así oxigenan el suelo, con las cavernas producidas.

Ese material es, nada más ni nada menos, que lombricompuesto o humus de lombriz.

Las lombrices requieren de mucha humedad, pero en días de lluvias prolongadas, cuando el suelo se halla saturado de agua o en "capacidad de campo", estos Anélidos salen a la superficie y se trasladan a lugares secos. Cuando encuentran veredas o cualquier superficie cementada), mueren por deshidratación.

Así es común verlas, después de una lluvia, alrededor de nuestras viviendas, en esos lugares.

MUCHOS montículos...MUCHAS LOMBRICES!! 

PODA: CORTES BIEN REALIZADOS.

Como sabia que es la Naturaleza, debemos aprender de ella para realizar técnicas agronómicas que nos den buenos resultados.
La rama de la imágen (eucalipto) se secó hasta la naciente. Ese límite nos indica DÓNDE DEBEMOS realizar el corte con serrucho o motosierra.
Caída la rama (viento), la herida cicatrizará normalmente, cerrándose.

Cuando los cortes de realizan a cierta distancia, como dejando "percheros", la rama se seca y su extremo no cicatriza, funcionando como puerta de entrada de organismos patógenos.

Después de realizar una poda inadecuada, esta espumilla o crespón deberá rebrotar de yemas dormidas que aparecerán desde los tallos lignificados. Mientras tanto la vista de este ejemplar es deplorable









RESPETANDO LA ARRUGA NATURAL de la rama, EL CORTE PERPENDICULAR A LA RAMA, dejará una superficie circular y no ovalada.


UN CORTE BIEN REALIZADO, respetando la "arruga de la rama", CICATRIZARÁ EN TODO SU CONTORNO (borde de corte). 

Cuando una rama quebrada por el viento o un corte de poda mal realizado, NO CICATRIZA NATURALMENTE donde corresponde, la entrada de HONGOS XILÓFAGOS provocarán el cancro que vemos en la foto adjunta (madera corchosa).

Exteriormente la CORTEZA NO PRESENTA SIGNOS NI SÍNTOMAS DE ATAQUE DE PARÁSITO ALGUNO.
Muchas veces la caída por viento, de gruesas ramas o tallo,  nos da la noticia de que el árbol estaba enfermo por dentro. Un decaimiento generalizado del ejemplar (escaso crecimiento anual), puede ser  indicador de algún problema, causado por parásitos internos.

SE RIEGAN LAS PLANTAS CUANDO HIELA.

Como todos los agostos, las clivias lucen espléndidas, siempre y cuando las hayamos protegido de las heladas. Pero ello no basta y sobra para disfrutar su follaje plenamente, ya que las varas florales las emitirá normalmente.
Cabe preguntarse: ¿las tenemos que regar?, ¿se puede rociar el follaje para disminuir el efecto de las bajas temperaturas? Afirmativo las dos.
TODA ESPECIE VEGETAL con follaje persistente, debe regarse para mantener turgente (hinchado) sus tejidos vegetales y evitar que las heladas dañen sus células. El hielo (escarcha) producido sobre el tejido vegetal, ante el cambio de estado, libera calor que protege la superficie sobre la que está.
Cuanto menos humedad ambiente haya y se produzca una helada, más va a ser el daño que producirá a cualquiera de sus órganos (corteza, yemas, flores, frutitos, hojas).
Nos daremos cuenta de la helada negra (seca) un poco antes del mediodía, cuando los tejidos vegetales se vean ennegrecidos, como escaldados.
Hasta un cultivo de invierno (cereal) puede afectarlo la helada, cuando el estrés hídrico es muy marcado, aunque en pocas semanas se recupere.
Los cítricos, en sus primeros años de adaptación, también requieren de riego en invierno y/o asperjar el follaje, para "salvarlos" de las heladas. Cuando estén adaptados y la/s helada/s sea/n muy intensas, también
el riego invernal salvará la corteza de tronco, ramas y ramitas, aunque el follaje muera. Las yemas axilares despertarán, produciendo ramas secundarias.

En el sur pampeano tuvimos la agradable sorpresa de despertarnos (22/07/2009) con una nevada que duró diez horas, con intenso viento. Totalizaron entre 25 y 30 cm de nieve aproximadamente, aunque por los remolinos, se acumularon hasta 80 cm.
¿qué esperábamos después que se derritiera la nieve?.
¿la planta de cítrico de la maceta, se perderá?

Tanto la aralia como la clivia, cubiertas de nieve y al reparo, podríamos imaginarnos que sus hojas quedarían "quemadas"?.

NADA de eso ocurrió, gracias a la capa de agua (nieve) que cubrió el follaje y aportó agua al suelo de sus macetas.

El DAÑO MECÁNICO es inevitable, para algunas especies, tales como malvones, geranios u otras, por lo quebradizo de sus tallos. Así ocurre en la Naturaleza, cuando los gruesos mantos de nieve, quiebran ramas de frondosos árboles nativos (poda natural).



Un riego sistematizado, al atardecer, puede provocar una hermosa imagen como  ésta y las plantas estarán protegidas por ese hielo formado.

NO DUDEMOS EN REGAR AL ATARDECER, CUANDO PREVEMOS UNA HELADA, PARA PROTEGER A NUESTRAS PLANTAS.



El agua, el suelo y el aire son recursos que, utilizados racionalmente, representan la riqueza más grande con que cuenta el Hombre y por ello debemos conservarlos.