martes, 15 de enero de 2013

RIEGO EN VERANO... ¿regamos lo suficiente?.

Cuando hemos tenido en cuenta la planificación del jardín o parque y hemos instalado un sistema de riego
artificial acorde a los distintos sectores y arquitectura del espacio, vemos que no aparecen deficiencias hídricas ni tampoco se van secando algunos ejemplares.

Aunque uno va tratando de rediseñar los macizos teniendo en cuenta los requerimientos hídricos, cuando entramos en el período del año de altas temperaturas y vientos desecantes, durante muchas horas, nos encontramos con especies que sufren la falta del líquido elemento.

El indicio más evidente del estres hídrico, lo vemos en las especies que menos aman al agua, como por ejemplo: portulaca, cinnia, margarita de la China, lavanda, verbena perenne, clavelina, gazania, salvia (aromática), entre otras.









Riego sistematizado.





























¿Cuánto regamos? 
Dependiendo del tiempo que disponemos cada día, por nuestras ocupaciones habituales, sabemos que tenemos que regar y para ello, nos disponemos a conectar la manguera, abrimos la canilla y rociamos todo el terreno, incluido el césped y cuando todo está mojado, emprendemos la otra tarea que tenemos prevista.

Es muy común decir que "como el agua de lluvia no hay". Claro que sí. Porque llovió 5 mm., o 10, o 20 mm.
Y les pregunto: ¿cuántos milímetros regamos? Habremos arrojado 5 litros por metro cuadrado (5 mm.)? O quizás 20 lt/m2?...No, la verdad que muchas veces sólo rociamos la superficie y como mucho incorporamos  1 mm. a toda furia!!

¿Cómo saber cuánto regamos?
Contando con un recipiente del tamaño de una lata, tipo "durazno al natural", lo colocamos en el área de riego y controlamos el tiempo de funcionamiento del equipo. Tendríamos que obtener entre 5 y 10 mm, medidos directamente con regla, en el recipiente. Cabe aclarar que la regla tenga el 0 en el extremo de la misma, como una cinta métrica.








Riego localizado





Pérdida de agua del suelo.
El agua del suelo la consumen las plantas (absorción), de ellas se pierde por transpiración y del suelo se evapora. A las dos últimas se la denomina pérdida por evapotranspiración. 
La radiación solar intensa, acompañada de vientos fuertes y constantes y baja humedad relativa ambiente, hacen que desde el suelo y las plantas se pierda mucho agua. Por ello se debe considerar seriamente la recuperación del agua del suelo, a través de los riegos complementarios.
Llovió 2-5-10 o 20 mm. y no riego por una semana!...error. Los 20 mm son aprovechados por las plantas, también se evaporan desde el suelo, si lo tenemos descubierto. Por eso siempre la recomendación de cubrirlos con mulching o manto de pasto cortado, pinocha o cualquier material orgánico que dispongamos. EN VERANO cumplen una función especial, asociada no sólo a la pérdida de agua sino también al tiempo que tenemos para regar.

¿Cuándo regamos?
A la mañana temprano o la tardecita, para que penetre  en el suelo y las plantas lo dispongan. Si irremediablemente hay que regar durante el día algún ejemplar, hacerlo sin mojar el follaje y menos las flores.

¿Cómo regamos?
Es muy común conectar la manguera, abrir la canilla y obturando con el dedo la boca de la misma, producimos un chorro casi único, con mucha fuerza y dirigido al lado del tallito o tronco, al suelo desnudo,
etc. Más grave si la provisión de agua es de una bomba sumergible.
 Lo ideal es producir una lluvia, de gotas lo más chicas posibles para imitar la lluvia, en  un arco (chorro largo) donde el agua caerá despacio sobre el follaje o flores.













Otra alternativa para pequeños lugares, angostos y alargados o inclusive para sectores con pendiente, se puede usar la manguera con microorificios, que producen una microaspersión.
La gota muy pequeña, no produce erosión al suelo, por encharcamiento.

Utilización de la regadera.
La regadera es un elemento muy útil para varias etapas del cultivo de plantas y determinadas ocasiones.
Para la etapa de almácigo debe contar con "flor" de pequeños orificios, para no planchar la superficie ni tampoco aplastar los plantines, en las primeras semanas.
Pero el uso del elemento que distribuye el agua, no siempre se usa correctamente. Es necesario colocarlo hacia arriba, para producir chorros, más largos, con cierta curvatura y así no causar los daños expuestos anteriormente.













De esta manera siempre, el  agua cae más suave y la tarea más eficiente.

¡UNA TAREA QUE PARECE FÁCIL...PERO TIENE SUS SECRETITOS!