Ante todo debemos conocer ciertos conceptos sobre los diferentes tipos de plantas que están a nuestro alcance, para integrar nuestro espacio verde. Como se define en Botánica, las plantas se clasifican según:
Otros factores que son estudiados para ser considerados en la planificación del parque o jardín son:
- Tamaño: se refiere a las magnitudes (altura) que alcanzan los árboles cuando adultos. Ellos son: 1° magnitud, constituidos por los de mayor porte (hasta 20 metros de alto); 2° magnitud, integrado por los que alcanzan una altura promedio de 15 metros y los de 3° magnitud, a los de hasta 8 – 10 metros. A los arbustos se los clasifica en las mismas tres categorías, con dimensiones de más de 2 metros; entre 1 y 2 metros y menos de un metro, respectivamente.
- Ramificación: es la manera de cómo dispone un árbol sus ramas principales y secundarias (esqueleto). En base a ello, será la forma que adoptará su copa.
- Forma o silueta: el tronco vestido (ramificación y follaje creciendo casi desde el suelo) o el tronco desnudo (copa formada a cierta altura desde el suelo) son características importantes a tener en cuenta en la selección de los árboles a utilizar. Es una característica esencial en la ornamentación de cualquier espacio y en ejemplares creciendo en condiciones normales, en un ambiente ecológico propicio y sin ser alterados por la poda.
- Follaje: hay variadas características que ofrece el follaje, como el color, brillo, densidad y textura. Específicamente el color puede variar por el estado de crecimiento y según la época del año que se considere. El cambio de temperatura (bajas) provoca en muchas especies, un cambio en la pigmentación que producen las hojas (cromoplastos), virando del verde a los amarillos-dorados, rojizos o castaños. En cuanto las especies de hojas grandes, sugiere una textura gruesa, como las de hojas chicas, una textura fina. La densidad nos da idea de la transparencia o la opacidad que presenta un determinado follaje.
- Floración: en este aspecto se tienen en cuenta la época de ocurrencia, la permanencia de la flor en el ejemplar, el color, su tamaño, abundancia y aroma.
- Fructificación: es otro factor decorativo, en especial cuando se destaca por su tamaño, su forma o su color. Hay que tener en cuenta esta cualidad, cuando se seleccionan especies arbóreas, destinadas a las veredas, por la presencia de frutos carnosos y a su vez caedizos.
- Adaptación al ambiente: es fundamental conocer las especies que prosperan libremente en el ambiente que estamos o aquellas que, con ciertos cuidados, pueden crecer y desarrollarse. Se tendrán en cuenta factores como el clima (temperaturas altas y bajas, vientos, humedad relativa ambiente) y el suelo (arenosos, arcillosos, húmedos o secos, alcalinidad y/o salinidad). El follaje de algunas especies se secan en el borde de la lámina foliar, durante los meses de verano, pues los vientos cálidos y secos, provocan el marchitamiento de los tejidos. Cuando están protegidos por otras especies, suelen manifestarse con un aspecto más normal.
CON ESTOS DATOS A SU DISPOSICIÓN, PODRÁ PLANIFICAR MEJOR SU JARDÍN O PARQUE, SIN LA NECESIDAD DE ARREPENTIRSE, CON EL CORRER DEL TIEMPO, DE HABER PLANTADO EJEMPLARES QUE NO SE ADECUAN AL ESPACIO QUE DISPONÍA PARA EMBELLECERLO.
A continuación nos preguntamos: "¿cómo planificar un espacio verde?; ¿qué debo tener en cuenta antes de comprar plantas?; ¿qué especies son adecuadas para nuestra zona?; etc., etc.CONOCIENDO NUESTRAS PLANTAS
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