domingo, 13 de junio de 2010

ASPECTOS BÁSICOS EN LA PODA DE FRUTALES DE HOJA CADUCA.

En la planificación de nuestro jardín o parque y según nuestros gustos y dedicación, podemos incluir algunos especies de frutales. Según las dimensiones, podrán plantarse 1, 2 o más, siempre que se conozca el tamaño que adquirirán a la edad adulta.
Tal como nos ocurre con los forestales, en un patio chico no será conveniente implantar un nogal o damasco y olvidarnos de ellos, en cuando a su mantenimiento (podas).
Más simple es tomar la decisión de producir uvas, ya que normalmente construiremos un parral (vid) y seguramente lo conduciremos con el típico parral español (2-2.5 m.).
Lo importante es conocer los aspectos básicos para formar y mantener las distintas especies frutales.
En las vides es aconsejable dejar, de los sarmientos más vigorosos (corteza marrón, entera y largos), 2 o 3 yemas. Se podará sobre la elegida, a un centímetro arriba y a bisel. Se ralearán las ramitas cortas, con corteza desprendida (deshilachada), ya que tienen escaso vigor.
Esta poda se realizará en junio-julio. Si se atrasa se puede provocar el "llorado" de la vid, lo que significa pérdida de savia.
En los otros frutales, de carozo o pepita, cuando se implantan (invierno), se les cortarán aquellas raíces y ramitas que tiene quebradas o secas. A diferencia de los montes frutales, nuestros pequeños arbolitos no se podarán excesivamente, sólo un despunte de aquellas ramas muy largas.
El corte se hará sobre una yema dirigida hacia afuera, pues lo que se pretende es formar al futuro frutal, libre de ramas interiores, que provocarán sombra y falta de aireación. En este sentido la poda de formación sigue los mismos principios que la formación de la copa de un forestal (tipo vaso).
A diferencia de los forestales, la ramificación de la copa debe ser baja, para que cuando pasen los años, la fructificación sea posible cosecharla sin dificultad y no se requiera de podas intensas.
La foto izquierda muestra el ejemplar al 2º año de implantado. A la derecha después de la poda, dejando 3 ejes principales.
Se comienzan a ver pequeñas ramitas llamadas dardos o brindillas, en las que se encuentran las yemas de flores (frutos).
En un forestal podríamos intentar limpiar las ramas de estos crecimientos anuales para despejarlas. En los frutales hay que respetarlos, si queremos frutos.

En ramas adultas se observan gran cantidad de estas pequeñas formaciones fructíferas.








En primavera los tallos estarán cargados de flores (ramilletes).
Por ello la poda que se debe practicar, es la de acortamiento o despunte.








Poda de rama baja, sombreada por las restantes (escasa producción).







Dardos y brindillas en ramas adultas, con yemas hinchadas. Chupón central que debilita a las vecinas. Debe ser eliminado a menos que favorezca la economía de la planta y llene un espacio vacío de la copa.









Curvatura de chupón para debilitarlo y favorecer el crecimiento de brotes.









Cuando sea necesario rebajar un frutal adulto, se procederá a podar ramas gruesas, dirigidas hacia arriba, cerca de la horqueta, dejando las más baja. Las restantes se despuntarán, siempre respetando las pequeñas ramificaciones que portan las yemas florales.
Fuente:
- Boffelli-Sirtori. Guía Fotográfica de la Poda. Editorial De Vecchi.1995.

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