miércoles, 14 de septiembre de 2011

PLANTAS QUE CRECEN EN UN AMBIENTE ESPECIAL...

Para avezados observadores de cuanto ocurre a nuestro alrededor, no nos llama la atención cuando vemos que, en los más insólitos y particulares lugares o ambientes, pueden vivir plantas, cumpliendo su ciclo vital de manera normal.

¿pero cómo hacen para vivir?
La respuesta la encontramos en la propia Naturaleza.
El ciclo lo podríamos iniciar en nuestros frecuentes días ventosos. La erosión eólica inicia el carreteo de las partículas de arena que por su "proceso de saltación" provee de energía a las de arcilla y limo para que se produzca la tradicionales "voladuras" de suelo. Estas microscópicas partículas son las más fértiles del suelo (con minerales adsorbidos) y que, junto al humus, se van depositando en pequeños intersticios, rajaduras, huecos o cualquier espacio libre, a cualquier altura y lugar.

Su característica coloidal, tanto de la arcilla como el humus, la hace apta para absorber y retener gran cantidad de agua, elemento básico para crear el medio de cultivo más apto para germinar cualquier espora o semilla que "vuele" y se deposite en tan fértil lecho.
































































































En algunos ejemplos vemos cómo especies de Coníferas nacidas entre las grietas de las rocas, con una cama fértil y húmeda, pudieron crecer, ensanchando sus raíces y haciéndose espacio en el "suelo". Así permitirá que se siga acumulando material fértil en dichos huecos que le servirá de 
alimento para continuar viviendo.
Otros como un palán palán o una higuera dejan crecer sus raíces en los estrechos espacios de muros, algunos más deteriorados y otros firmemente mantenidos. Y cumplen su ciclo vital ahí....
Con su propio tamaño de semilla, los "conejitos" llegaron a poblar el borde de la terraza de una cazona alta y antigua, decorándola y diseminando, desde la altura, semillas a los cuatro vientos.
Otras, por su hábito de crecimiento rastrero, nacen en el extremo de un caño y un fino tallito sostiene toda la masa vegetal hasta que, por su peso, termina cayendo. Mientras tanto adorna un frente.
En otras condiciones ambientales, humedad relativa ambiente elevadas y mayores temperaturas, las Impatiens spp. (alegría del hogar) crecen en un escaso sustrato, de un techo casi abandonado.

En ciudades y pueblos donde vegetan añosas palmeras (Phoenix sp., Butia yatay, etc), pueden observarse especies de frondosos helechos o un sin número de malezas o florales que lograron "echar raíces" entre las bases de las hojas cortadas. Un lugar muy especial para acumular "nutrientes" y dar vida a un verdadero jardín vertical.



Estas especies epífitas, también crecen en un medio especial, pero muy distinto al pampeano.
Las horquídeas (nativas) encuentran la temperatura ideal durante muchos meses del año (inviernos benignos) y la humedad suficiente, para estar a pleno sobre los árboles.



















Resumiendo: cuando trabajamos en contra de la Naturaleza, "TODO CUESTA MÁS".
Cuando trabajamos en contra de las propiedades del suelo, más nos cuesta producir algo.
Cuando desmontamos totalmente, en lugar de hacer un uso racional del bosque o de la selva,
más cerca de la erosión eólica o hídrica estaremos. No será a corto plazo, pero a la larga y con manejos inadecuados, la Naturaleza actúa, sobre esos frágiles suelos.
Cuando más pretendamos exterminar plagas, con agroquímicos de amplio espectro o elevada toxicidad (no específicos), nuevas plagas aparecerán entre nosotros. Nunca alcanzan los predadores naturales. Y ellos también mueren.

SI LAS PLANTAS PUEDEN VIVIR A CUALQUIER ALTURA Y ESCASO ESPACIO,
CÓMO NOS CUESTA, MUCHAS VECES, PRODUCIR EN UN SUELO NORMAL?...

miércoles, 7 de septiembre de 2011

APROVECHANDO LAS ESPECIES NATIVAS EXISTENTES.

Por nuestros aprendizajes, nuestra cultura y quizás por no valorar y pensar en las cosas que nos rodean, repetimos ciertas prácticas, décadas tras décadas, sin darnos cuenta del error cometido.
Cuando el hombre coloniza un lugar, tiende a “limpiar todo” para producir el asentamiento tan esperado o buscado. Ahí nomás podemos cometer el primer error.

Caldenes aprovechados en vereda.

Emparejar un terreno, modificándole su composición, suele hacerse casi siempre. Muchas veces eliminando la primera capa, que es la más fértil. Y si a nuestra zona se refiere, reducimos, en varios centímetros, la escasa capacidad de sostén que tienen nuestros suelos, para las futuras plantas. Podemos llamarla una “maceta grande”, de tan sólo 60-70 cm de profundidad.



Vemos como la realidad, da fe de lo que decimos. El hermoso ejemplar de caldén, quedó con 40 cm. menos de suelo, a su alrededor. 
La capa de suelo que se extrajo y se "regaló", redujo la profundidad suficiente para que cualquier especie arbórea, crezca vigorosa y pueda hacerse añosa.

Con respecto a la vegetación existente (árboles), topamos todo para empezar de cero. Y quizás había un gualeguay, un caldén, un chañar, un espinillo, un tamarisco, una acacia blanca o un algarrobo. Chicos, medianos o grandes, su magnitud no importa en este caso.

Acto seguido, vemos la necesidad de protegernos u ornamentar el espacio que circunda nuestra vivienda y tener sombra en la vereda, como indica el sentido común o marcan las normas de arquitectura y paisajismo urbano.


Por consejo de viveristas o por nuestros propios y caprichosos gustos, logramos implantar, en la vereda, especies que no son aptas o las que se indican en la Ordenanza Municipal. Pero las que se plantan son exóticas o introducidas, de otros países y requieren más atención de nuestra parte o sufren las inclemencias extremas del tiempo, cuando los azotes del cambio climático se hacen notar. Los primeros años necesitan más atención.





En las imágenes vemos buenos ejemplos de preservar lo existente. De ser MÁS AMIGO CON LA NATURALEZA. De no derribar, cuando se puede aprovechar su existencia. De respetar nuestros recursos naturales, ya sea dentro o fuera de nuestro predio….y aunque el crecimiento urbano se extienda hacia las "quintas" vecinas.




Sauces, álamos, fresnos, arces, catalpas, cipreses, eucaliptos, olmos y tantas otras hermosas especies, cuando las condiciones climáticas son extremas, no las soportan y terminan muriendo. ¿Quiénes las logran vencer, estoicamente?: NUESTROS ÁRBOLES NATIVOS. Ellos requieren menos mantenimiento.

Incorporemos arbustos, herbáceas y árboles nativos en nuestras parquizaciones o forestaciones... y el "tiempo será testigo".






árboles nativos aprovechados.

sábado, 13 de agosto de 2011

BUENAS PRÁCTICAS....amigables con el ambiente!




























































Como no podía ser de otra manera, muchos son los BUENOS ejemplos o prácticas que muchos pampeanos desarrollan y que son "amigables con el ambiente".






Así se pueden observar: descopado o rebaje de árboles; ejemplares conducidos con poda "tipo vaso"; veredas con espacio verde (ornamental y sin incidencia de raíces superficiales); arbolado urbano bien conducido y convertido en techo forestal; respeto por las especies nativas existentes; cortes con motosierras bien realizado; cazuelas en veredas suficientemente grandes; cazuelas con mulch o mantillo para conservar la humedad; espacios verdes con especies nativas; estructura de árboles limpias; árboles de vereda expresando el cambio de estación; luminarias despejadas para cumplir su función; distribución armónica de las especies florales en macizos o canteros; sombra para los animales... entre otras.


PERO...¿por qué no se ven más casos, en más localidades?
¿por qué los ambientes urbanos son tan heterogéneos, librados a la voluntad de los frentistas?
¿no hay ordenanzas municipales que regulen las plantaciones y cuidados del Arbolado Urbano?
¡NO...son escasas las autoridades de turno que toman en serio, este tema!
EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS (en todo el País), HAY MÁS 
CONCIENCIA DESDE LA SOCIEDAD, 
QUE DE LAS PROPIAS AUTORIDADES.

miércoles, 6 de julio de 2011

MALAS PRAXIS...
































El sentido de las imágenes es para no seguir cometiendo errores que atentan contra
la vida de las plantas o los servicios urbanos elementales...
Algunas llevadas a cabo por nosotros ante la falta de "sentido común". Muchas otras
porque no se aplican o ejecutan las normas existentes, como 
son las Ordenanzas
Municipales respecto a la gestión y el mantenimiento del ARBOLADO URBANO.
"No hacer y dejar hacer" prácticas que son irracionales, poco sentido tienen.
Debemos pensar que en el siglo que transcurre, muchos problemas ambientales
aquejan a la Humanidad y la ciencia nos enseña, desde hace muchas décadas, mejores prácticas...
SÍ, se puede justificar que es una cuestión cultural, pero realizada en forma errónea.
Ésto se da tanto en grandes ciudades como en muchos de los pequeños pueblos de NUESTRO PAÍS.


















































¡¡extrema barbaridad!!












¿se habrá podado para tener MÁS SOMBRA 
EN EL VERANO?