Todas las variedades de rosales, presentan la corteza de sus tallos de color: verde o bordó.
Cada vez que se poda, debemos descartar los tallos con corteza leñosa (grisácea) y así mantener los ejemplares "rejuvenecidos", con tallos nuevos.
Un rosal de varios años, debe tener una altura de 20-30 cm, después de haberlos podado.
Así el rosal brotará vigorosamente, dando brotes largos con sus correspondientes pimpollos. Después de la primera floración, podar los tallos sobre la yema de la 1º hoja con 5 folíolos ( tallos más gruesos=mejor rebrote). Cerca del pimpollo los folíolos son 3, en cada hoja.
Cuando el rosal no se poda, se transforma en un arbusto, dando muchas flores de menor calidad (tamaño, tallos cortos, menor vigor) y los tallos viejos, de abajo, se vuelven leñosos.
Rosales podados en invierno.
Esta poda de rejuvenecimiento debemos acompañarla con: ABONO (lombricompuesto) y riego abundante. En primer lugar el abono, proveerá de nutrientes suficientes para el crecimiento vegetativo (nitrógeno) y en la producción de flores (fósforo y potasio). Además proveerá de la materia orgánica suficiente para hacer permeable al suelo y no provocar encharcamiento y muerte de raíces por asfixia. Para conservar el agua de riego (o escasas lluvias), se cubrirá la cazuela con material orgánico (5 cm espesor): hojas secas (no enfermas), pasto cortado, cáscara de pinos (aserradero), viruta de madera blanca, etc.
Dado que los rosales son susceptibles a la "mancha negra" de la hoja (prevenir con fungicida), se recomienda no utilizar el follaje que cae para abono o lombricario. Se deben quemar o eliminar de la zona (reinfestación).
Distribución: ya pensando en el diseño de nuestro jardín, debemos AGRUPAR los rosales (macizos, borduras, etc) y no distribuirlos aislados por toda la superficie. No olvidarse que en invierno tendremos "palos" con espinas por todos lados. Así, dispondremos los de pie bajo como los de pie alto.
Macizo de rosales.
Rosal pie alto.
Poda del rosal.
Incorporación de florales o herbáceas
enanas, DE BAJO REQUERIMIENTO,
para ornamentar durante el invierno.
En la imagen se muestra cuánto espacio dedicado a poco rosales. Todos en un macizo, para que el resto sea utilitario.
NUNCA los rosales deben presentar, al final de la temporada estivo-otoñal, los frutos (rojizos) en la planta y llenos de semillas. Resultado: la planta está consumiendo nutrientes en algo que no es productivo y por lo tanto no acumula reservas para su próxima brotación.
Los rosales miniatura, poliantas, apoyantes (mal llamados trepadores) se podan más largos (poda menos intensa), quitándoles ramitas secas, quebradas, abriendo la copa y despuntando los tallos más vigorosos. Las pequeñas ramitas se eliminan, pues de ellas siempre van a obtenerse brotes más finos, con flores de menor tamaño.
gracias por los consejos, los pondré en práctica!!
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias por la visita y tus deseos. Sigo a disposición. Saludo cordial....
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