martes, 30 de abril de 2013

TÉCNICA DE PLANTACIÓN EN LUGAR DEFINITIVO (plantines-árboles-arbustos).

Desde hace muchos años, la mayoría de especies florales u ornamentales (herbáceas, arbustivas o forestales), se producen en recipientes, por lo que es beneficioso para facilitar su plantación en el lugar definitivo.

Las especies que se crían en el suelo, tanto las de hojas caducas como las perennifolias, se deben extraer en el período invernal, cuando no hay circulación de savia, pudiendo las últimas ser embaladas con hojas de totora o similares. Las caducifolias pueden estar a raíz desnuda, teniendo en cuenta de mantener húmeda a éstas. 

Imaginémonos que compramos plantines florales y algunas herbáceas perennes para enriquecer nuestro espacio verde. Debemos considerar los siguientes pasos, para hacer un buen trabajo, pensando en la vida futura de la especie, la que nos debe brindar la mayor floración posible (con crecimiento) y además se pueda multiplicar, eficientemente. 

Todo plantín debe tener raíces abundantes (a la vista), lo que denota que ha sido bien criado y tiene vigor.

Ahora el recipiente (maceta) o el propio suelo, ya está escarificado y abonado con anticipación. 
  • Abrimos un hoyo más grande que el tamaño del pan de tierra de la especie que vamos a plantar. 
  • Colocamos un puñado de lombricompuesto (humus de lombriz) en el fondo.
  • Ubicamos el pan de tierra de la nueva planta y la rodeamos de lombricompuesto. Completamos el relleno con suelo del lugar.
  • Imprimimos una leve presión alrededor de la plantita, para compactar levemente.
  • Regamos: con regadera y flor fina, si la especie la tolera. O sin la flor, distribuyendo agua entre las plantitas, sin aplastarlas. En general cuando los plantines son vigorosos, toleran una suave lluvia sobre todo el follaje y flores. 
  • TRANSPLANTAR a la mañana temprano o durante las últimas horas de la tarde. 


Como siempre sugiero, cubrir el suelo con algún material orgánico, piedras, corteza de pino, etc. a gusto nuestro. Pero el fin de ello es mantener la humedad, proteger el suelo de la lluvia o riego y por qué no como un adorno, simulando el mantillo o cobertura que existe en todo ambiente natural.


La liberación de los nutrientes del humus de lombriz, con el correr de las semanas, nos asegura la vida futura de las especies florales (anuales), haciéndola crecer y dando una floración prolongada en el tiempo.   O el arranque de cualquier herbácea o leñosa que perdurarán por varios años.