jueves, 29 de abril de 2010

HOJAS DE OTOÑO*




Los tibios rayos del sol
calentaban lo suficiente,
para que la tarde de otoño,
justifique mi paseo.

Cada paso sobre el césped o vereda,
hacía sonar esas hojas de otoño
y que en la tranquilidad del paisaje,
invitaban a jugar con mis sentimientos.

Cada color era vida,
muchas vidas naturales:
ocres, amarillos, marrones o rojizos
todos, todos hacían vivir mis ilusiones.

Una brisa entrometida
puso al concierto sonar,
saltando o dando trompos
allá, ellas iban por más.

Cada paso al ras del suelo,
levantaba una y otra sin parar,
hasta que la inoportuna tecnología
se cruzó, queriéndose contagiar.

Plástico, botella o un sintético pañal,
se mezclaban en el paisaje,
modificando la melodía original….
¿por qué contaminar, si la sabia Naturaleza nos invita a soñar?
*roberto mario russo

miércoles, 14 de abril de 2010

ESPACIOS PÚBLICOS FUNCIONALES

Todo ambiente artificial que creamos, como jardines, parques, espacios públicos, etc., teniendo en cuenta las normas básicas del paisajismo y seleccionando las especies arbóreas, arbustivas y herbáceas más apropiadas, no lucirían espléndidas si no se complementa el paisaje con un tapiz vegetal, verde y cespitoso, para disfrutarlos plenamente.

Es así que en el jardín particular o nuestro parque, "vivimos" sobre el césped: tomando sol, caminando, reposando, higienizando nuestro vehículo o cualquier otra actividad que racionalmente puede llevar a cabo sus propietarios.

El mantenimiento adecuado consiste en riego, fertilización o abonado, corte frecuente según el crecimiento y así entonces se convierte en un verdadero espacio verde funcional.


Desde hace muchos años que, en las plazas u otros espacios públicos, existían carteles que decían: "PROHIBIDO PISAR EL CÉSPED". Y con la educación que recibíamos de nuestros padres y abuelos y la que se complementaba en nuestra escuela primaria, debíamos respetarlo y no pisar ese hermoso tapiz verde. Si lo hacíamos, el placero casi "nos corría".

Hoy en algunos pueblos o ciudades, quedan alguno de ellos. Que contradicción, contar con un espacio que debiera ser funcional a la comunidad y para ello, en lugar de educar cómo se debe aprovechar o usar, se lo prohíbe.

Por eso cuando uno encuentra un cartel como se ve en la imagen, confeccionado con el mismo decoro y esmero que aquellos antiguos carteles blancos "de prohibición", nos alegra sobremanera ya que nos está diciendo que el estado de ese lugar (u otros) es el resultado de nuestra educación y costumbres.

Y recordamos a los de nuestra niñez, con mucha pena, ya que no nos permitieron aprovechar esos hermosos espacios verdes para pasear, jugar, descansar, tomar sol...cuando la temprana edad o la adolescencia lo exigía.

APRENDAMOS A CON-VIVIR CON TODO LO QUE NOS RODEA,
Y SOBRE TODAS LAS COSAS,
RESPETAR LO QUE ES PÚBLICO.