jueves, 29 de abril de 2010

HOJAS DE OTOÑO*




Los tibios rayos del sol
calentaban lo suficiente,
para que la tarde de otoño,
justifique mi paseo.

Cada paso sobre el césped o vereda,
hacía sonar esas hojas de otoño
y que en la tranquilidad del paisaje,
invitaban a jugar con mis sentimientos.

Cada color era vida,
muchas vidas naturales:
ocres, amarillos, marrones o rojizos
todos, todos hacían vivir mis ilusiones.

Una brisa entrometida
puso al concierto sonar,
saltando o dando trompos
allá, ellas iban por más.

Cada paso al ras del suelo,
levantaba una y otra sin parar,
hasta que la inoportuna tecnología
se cruzó, queriéndose contagiar.

Plástico, botella o un sintético pañal,
se mezclaban en el paisaje,
modificando la melodía original….
¿por qué contaminar, si la sabia Naturaleza nos invita a soñar?
*roberto mario russo

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