jueves, 16 de abril de 2009

CLASIFICACIÓN DE LAS PLANTAS.


ESTUDIO DE LAS PLANTAS.
Ante todo debemos conocer ciertos conceptos sobre los diferentes tipos de plantas que están a nuestro alcance, para integrar nuestro espacio verde. Como se define en Botánica, las plantas se clasifican según:

Su Constitución.
Árbol: Es una planta perenne con un solo tronco bien lignificado (leñoso)

Arbusto: Es una planta perenne, leñosa que se ramifica desde su base (varios tallos).

Herbácea: Es una planta, anual o perenne, con tejidos suculentos (herbáceos), poco o nada lignificados.

Palmera: Es una planta perenne, con uno o más tallos, no leñosos, llamado estípite.

Los árboles y arbustos se clasifican en dos grandes grupos:

Latifoliadas: todas aquellas cuyas hojas, simples o compuesta, son anchas y aplanadas.

Coníferas: las que fructifican en forma de cono (estróbilo), poseen hojas resinosas, muchas veces aciculares (aguja) o escamosas y casi siempre persistentes.

Persistencia del follaje.

Caducifolias: plantas que durante el invierno (bajas temperaturas) se despoja de sus hojas (abscisión).

Perennifolias: plantas que durante todo el año mantienen su follaje.

Semipersistentes: plantas que en una estación del año, pierden parte del follaje.

Otros factores que son estudiados para ser considerados en la planificación del parque o jardín son:

Tamaño: se refiere a las magnitudes (altura) que alcanzan los árboles cuando adultos. Ellos son: magnitud, constituidos por los de mayor porte (hasta 20 metros de alto); 2° magnitud, integrado por los que alcanzan una altura promedio de 15 metros y los de 3° magnitud, a los de hasta 8 – 10 metros.
A los arbustos se los clasifica en las mismas tres categorías, con dimensiones de más de 2 metros; entre 1 y 2 metros y menos de un metro, respectivamente.
Ramificación: es la manera de cómo dispone un árbol sus ramas principales y secundarias (esqueleto). En base a ello, será la forma que adoptará su copa.
Forma o silueta: el tronco vestido (ramificación y follaje creciendo casi desde el suelo) o el tronco desnudo (copa formada a cierta altura desde el suelo) son características importantes a tener en cuenta en la selección de los árboles a utilizar. Es una característica esencial en la ornamentación de cualquier espacio y en ejemplares creciendo en condiciones normales, en un ambiente ecológico propicio y sin ser alterados por la poda.
Follaje: hay variadas características que ofrece el follaje, como el color, brillo, densidad y textura. Específicamente el color puede variar por el estado de crecimiento y según la época del año que se considere. El cambio de temperatura (bajas) provoca en muchas especies, un cambio en la pigmentación que producen las hojas (cromoplastos), virando del verde a los amarillos-dorados, rojizos o castaños. En cuanto las especies de hojas grandes, sugiere una textura gruesa, como las de hojas chicas, una textura fina. La densidad nos da idea de la transparencia o la opacidad que presenta un determinado follaje.
Floración: en este aspecto se tienen en cuenta la época de ocurrencia, la permanencia de la flor en el ejemplar, el color, su tamaño, abundancia y aroma.
Fructificación: es otro factor decorativo, en especial cuando se destaca por su tamaño, su forma o su color. Hay que tener en cuenta esta cualidad, cuando se seleccionan especies arbóreas, destinadas a las veredas, por la presencia de frutos carnosos y a su vez caedizos.
Adaptación al ambiente: es fundamental conocer las especies que prosperan libremente en el ambiente que estamos o aquellas que, con ciertos cuidados, pueden crecer y desarrollarse. Se tendrán en cuenta factores como el clima (temperaturas altas y bajas, vientos, humedad relativa ambiente) y el suelo (arenosos, arcillosos, húmedos o secos, alcalinidad y/o salinidad). El follaje de algunas especies se secan en el borde de la lámina foliar, durante los meses de verano, pues los vientos cálidos y secos, provocan el marchitamiento de los tejidos. Cuando están protegidos por otras especies, suelen manifestarse con un aspecto más normal.


CLASIFICACIÓN.

ARBUSTOS SEGÚN DISTINTAS CARACTERÍSTICAS.

Follaje persistente: abelia, eleagno, laurentino, laurel de flor, evónimos, fotinia, cotoneaster, crataegus, azarero, teucrio, acacia bayleyana, limpiatubos, boj o buxus, Ilex o falso muérdago, nandina, romero,
Follaje caduco: berberis, corona de novia, copo de nieve, lila, cotoneaster rastrero, sauce disciplinado o tortuoso, membrillero de flor, duraznero de flor, cerezo de flor, manzano de flor.
Follaje amarillo y verde: eleagno, evónimos, azarero variegado, pitosporum, acer variegado, Ilex variegado
Follaje rojizo o bordó: berberis, dodonea, dracena rubra,
Follaje gris: teucrio, cineraria, lavanda, santolina, salvia, acacia bayleyana, convolvulus

PLANTAS APOYANTES(1) TREPADORAS(2).
(1): Santa Rita, rosal, jazmín amarillo, jazmín celeste,
(2): Bignonia, madreselva, enamorada del muro, hiedras, jazmín azórico, pasionaria o mburucuyá, jazmín del país, glicina. 

(1) Son las especies que deben sujetarse sobre un muro, alambrado, tutor, etc. (apoyo).
(2) Son aquellas que, a través de zarcillos, tallos trepadores, raíces adventicias, etc. se adhieren o trepan.



PLANTAS HERBÁCEAS.
Cucaracha, bananero, agapanto, lazo de amor, pita – ágave, formio, aloe, boina de vasco, achira, cineraria, clivia, cala, dracena, yuca, cortadera, bambú amarillo, flor de un día, crisantemo, margarita, aster (margarita de otoño), santolina, Don Diego de noche, papiro (Cyperus), aquilegia (clérigo)


CUBRESUELOS

Vinca, lamium, gazania, lazo de amor, ajuga, aliso, hiperico, tradescantia, verbena, violeta, nomeolvides, falaris aurea
RECUERDE: en cada planificación o diseño de un espacio, 

debe predominar las especies de follaje  persistente 
(en general o dentro del macizo), así disfrutaremos igual, 
el jardín, en invierno.

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