lunes, 12 de julio de 2010

COSECHANDO NUESTROS FRUTOS.













































El hábito por la jardinería tiene muchas satisfacciones, desde donde lo mire. Una de ellas es saber aprovechar de nuestra producción, los frutos y semillas que se obtienen en nuestro espacio. O del área de influencia.
Muchas especies anuales dan buena fructificación y cuyas semillas presentan una buena energía germinativa. Casi siempre caen sin darnos cuenta y germinan (con condiciones climáticas), obteniendo así almácigos naturales, los que hay que saber aprovechar. Por ello decíamos la necesidad de saber diferenciar plagas (malezas) de especies cultivadas.
Así podemos cosechar semillas de pensamiento, primaveras (no híbridas), clavelinas, copete enano, clavel chino, lino rojo, petunias, violas, flor de seda, conejito, crisantemo San Vicente, godetia, rudbequia, etc. etc.
Algunas de ellas es necesario que cumplan un ciclo lo más prolongado posible y siempre teniendo en cuenta que no sean plantas de semillas híbridas, pues no siempre dan fruto. O si lo dan son estériles.
De las especies perennes también podemos cosechar sus frutos, aunque con algunas precauciones algunos de ellos.
Cuando contamos con plantas adultas, la fructificación es copiosa y a través de los medios de propagación (viento, agua, pájaros, etc.), se va poblando nuestro jardín o parque de plantitas "guachas" que se aprovecharán para poblar el espacio, regalar o realizar un trueque con nuestros amigos o vecinos. Muchas veces se forman verdaderos almácigos en cercanías de las plantas madres.

Tipos de frutos:

Los frutos se clasifican según su consistencia en secos o carnosos. Según la dehiscencia en dehiscentes (abren) e indehiscentes (no abren).

Frutos secos: nuez, cápsulas, sámara, disámara, drupas seca, legumbres o vainas, conos o estróbilo, silicuas, silícula, ciatio.

Frutos carnosos: legumbre (sófora), drupas, bayas.

La particularidad de algunas drupas es que contienen sustancias inhibidoras de la germinación, por lo tanto hay que extraer la cubierta carnosa, lavar la "semilla" antes de sembrarla.

Cuando se cosechan frutos (semillas) y se guardan para el año siguiente, el almacenamiento debe ser en recipientes secos, cerrados y en lugar oscuro y fresco. Así no se altera la calidad de la simiente.

Es necesario aclarar que algunas plantas obtenidas de semilla, al ser producto de la fecundación cruzada, no se sabe si la descendencia será idéntica a la planta madre. Ejemplo de ello lo constituyen los frutales. De ahí que se aprovecha la propagación asexual para asegurar las características botánicas de la especie. El injerto es el método utilizado para garantizar la calidad del producto. Mientras que la primera vía (reproducción) es la que garantiza la mayor vitalidad de la planta, la segunda no; pero es la más rápida.



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